LA SUBIDA A LAGUNA CULLICOCHA
Al fin llegó el día 1, son las 6 y 30 y la mayoría bajamos al pueblo a desayunar, quaker, deliciosos huevos fritos y pan de Caraz……, que nosotros tuvimos que llevar pan porque en todo Hualcallán no había.
En el mismo lugar de la noche nos atienden con gran cortesía, y podemos ver al equipo arqueológico en su conjunto, ya que se reunieron en la puerta, puesto que allí se alojaban los jefes del trabajo. Eso nos dio oportunidad nuevamente de ver al amigo que ya habíamos conocido, por lo que aprovechamos de preguntarle si se podía visitar el lugar que estaban trabajando, nos dijeron que si y gran coincidencia, se encontraba dentro de las tierras del señor que tan gentilmente nos atendía el desayuno.
Entonces con las barrigas llenas partimos, en sólo 10 minutos llegamos al lugar, en el camino nuestro amigo el dueño, nos contó que tiene ese lugar hace mucho tiempo, y antes de llegar a la excavación nos mostró una gran plaza circular y una piedra oradada al centro.
Luego fuimos al lugar de excavación, en donde se encuentran dos pirámides semienterradas, en una de ellas nos explica paso a paso, como fueron encontrando primero restos quemados, al comenzar a excavar encontraron más huellas de ceniza, por las coloraciones de la tierra y las piedras, incluso nos explicó cómo fueron construyendo poco a poco y donde se diferenciaba, en fin muchos de esos detalles que los arqueólogos observan y les dio indicios para más abajo encontrar restos cerámicos, todos rotos, nos dice que es muy raro encontrarlos enteros, y finalmente hallaron el entierro de un niño.
Nos dicen que aún no saben mucho, puede que haya sido ofrendado, pero lo que si saben ya, y que ha permitido seguir con su trabajo, es que esos restos son contemporáneos con Chavín, lo han podido determinar por las semejanzas constructivas y restos cerámicos, de allí su gran valor, y es posible que en la zona haya muchos más restos milenarios, es más, donde acampamos hay varias chullpas, sin embargo nos cuentan que por mal entendidos entre el INC y la comunidad, no permiten que excaven en esa zona que son tierras comunales, sólo lo pueden hacer en la zona que visitamos, que es propiedad de un comunero.
Entre tanto entretenimiento, recién comenzamos el ascenso entre 9.30 y 10.30, cuando volvimos al campamento los tres últimos, el resto ya estaban listos, por lo que les dije que vayan avanzando, el camino estaba muy bien marcado y no había mayor riesgo de perderse, además Hugo el arriero los pasaría en el trayecto, ya se encuentra cargando los burros, mientras los últimos acabamos de empacar nuestras mochilas, tenemos una fuerte subida por delante, nuestro destino hoy es la laguna Cullicocha, sobre los 4,500 msnm, eso quiere decir casi 1,400 mts de desnivel.
El caminar nos permite ver la catarata que viene desde lo alto, mucho más de cerca, cada paso que vamos subiendo, nos hace ver al pueblo más pequeño y sentir nuestras piernas que se endurecen por el esfuerzo de ir ascendiendo, cada quien va a su propio ritmo, Artur el polaco es el que va más despacio, pero sólo es porque lleva su mochila completa, 20 kilos o algo más sobre su espalda, yo a las justas llevo 5 o 6 entre casaca, algo de comida, botiquines, útiles de aseo y linternas.
Los dos marchamos al último, a similar paso, después de 4 horas pasamos por un bosque de queñuales, el primero de los muchos que veríamos, y en casi cinco horas atravesamos el campamento de Huishcash, una hora después mis recuerdos me van atrapando, ya dejamos de ver el pueblo y el ascenso comienza a internarnos por la quebrada, hace 15 años había acampado en esa zona, la primera vez que quise conocer el Alpamayo y se me alejó, en esa oportunidad llegue hasta Cullicocha, pero con gran dolor tuvimos que bajar, fue el inicio de la sacroileitis que tuve por la fiebre malta, y que me hizo andar con bastón y apartar de todo deporte por un año. Ahora después de tanto tiempo vuelvo al lugar y no puedo dejar de sentir el temor de que algo malo vaya a pasar, el clima se ha puesto malo, llovizna un poco, pero la experiencia y entrenamiento ya me han enseñado, que en el montañista la voluntad juega papel primordial y te permite superar todo obstáculo, abriendo los caminos.
Son las cuatro, al fin terminamos el ascenso y el sendero discurre a nivel internándonos por la quebrada, el cielo continúa nublado pero ya no llueve, una hora después ya vemos el campamento de Cullicocha, la cordillera negra lejos a nuestras espaldas, nos brinda nubosos espectáculos.
Estamos en el cruce y por breves momentos nos permite ver los nevados que rodean al campamento, hay un camino directo hacia él, va a nivel por el canal, recuerdo que la última vez fui por allí, pero estaba sin agua a diferencia de ahora, por lo que hay que seguir el sendero que sube y baja, en fin, está anocheciendo y llegamos al campamento, fue un tramo corto muy largo, porque el atardecer era espectacular y nos detuvimos mucho tiempo a tomarle fotos.
Estamos en el cruce y por breves momentos nos permite ver los nevados que rodean al campamento, hay un camino directo hacia él, va a nivel por el canal, recuerdo que la última vez fui por allí, pero estaba sin agua a diferencia de ahora, por lo que hay que seguir el sendero que sube y baja, en fin, está anocheciendo y llegamos al campamento, fue un tramo corto muy largo, porque el atardecer era espectacular y nos detuvimos mucho tiempo a tomarle fotos.
Ya en Cullicocha, vemos que todos han llegado bien, las chicas tienen ligero malestar en la cabeza, natural por la altura, Hugo ha hablado con el cuidante y podemos dormir en las cabañas de calamina, sólo Artur se va a acampar junto a la laguna, creo que allí hizo más calor pero era sólo el principio de la aventura, comimos, conversamos poco, y todos a dormir, que al día siguiente nos esperaba un alto abra…